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viernes, 14 de octubre de 2011

Batalla de Gettysburg
La Batalla de Gettysburg ( al 3 de julio de 1863) se desarrolló alrededor del pueblo de Gettysburg, Pensilvania, como parte de la campaña de Gettysburg, durante la Guerra Civil Estadounidense. Ha sido la batalla que tuvo más bajas en los Estados Unidos y es frecuentemente considerada, en combinación con el sitio de Vicksburg, como el punto de inflexión de la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865), marcando el inicio de la ofensiva de la Unión.[1] Fue una gran victoria para el Ejército federal y un hecho desastroso para la Confederación. El ejército de la Unión estaba comandada por el mayor general George G. Meade y los confederados por el destacado estratega, general Robert E. Lee.
En junio de 1863, Robert E. Lee atacó al ejército federal del Potomac, invadiendo Pensilvania y destruyendo las comunicaciones entre este lugar y el grueso del ejército, que se encontraba asediando la ciudad de Vicksburg. Abraham Lincoln mandó entonces a su mayor general Joseph Hooker a movilizarse con su ejército, pero fue relevado en la víspera de la batalla por el también mayor general George G. Meade.
Los primeros ataques unionistas se produjeron el día 30 de junio, aunque oficialmente la batalla comenzaría al día siguiente. El día 30 de junio por la tarde, los dos bandos llegan a encontrarse. Un joven teniente de caballería unionista es el que inicia el ataque al dar la orden de disparar a una columna de infantería sudista, a lo que éstos replicaron con una descarga de fusilería. Esta columna confederada iba de camino a coger una remesa de botas de una fábrica de Gettysburg. Aunque los dos generales de cada bando no se encontraban aún en la zona, los jefes de las avanzadillas de la Unión decidieron atacar, ocurriendo así el primer contacto serio entre las dos fuerzas. Los generales, al enterarse, enviaron tropas para rechazar al enemigo. Los dos ejércitos se encontrarían el 1 de julio, dándose por oficial el comienzo de la batalla. Este día se reúnen más de 150.000 soldados, 83.289 por parte unionista y 75.054 por la parte confederada. En cualquier caso, la cifra más alta alcanzada en suelo americano.
Durante los dos primeros días hay más bajas en el lado de la Unión, aunque no debilita del todo a sus tropas, ya que se podían permitir perder más hombres que los confederados, al ser éstos menos en número. Este hecho se repitió muchas veces en la Guerra Civil Americana, lo que llevó a que el teniente general Ulysses S. Grant fuese llamado el carnicero, ya que no le molestaba intercambiar bajas [cita requerida]. El 3 de julio se produjo un gran duelo de artillería entre los 230 cañones, de un lado y otro. Los confederados, entonces, lanzaron un enorme ataque con 14.000 soldados contra sus enemigos, al mando del mayor general George Pickett. Los unionistas quedaron sorprendidos ante tal avance y se defendieron con sucesivos ataques de artillería. En las primeras descargas ya destrozaron a las filas confederadas. Los confederados siguieron avanzando a pesar del cañoneo y las descargas de fusil de los unionistas, lo que produjo numerosas bajas. Al final tan solo 150 hombres lograron llegar a las líneas enemigas. Cerca de 7.000 hombres del Sur dejaron la vida en este último día de batalla, porque esta gran victoria unionista dejó desconsolado y exhausto a Lee, que vio su aureola de invencibilidad seriamente dañada.
Antecedentes y desarrollo de la batalla
Poco después de que Lee saliera victorioso al derrotar al ejército del Potomac en la Batalla de Chancellorsville (1-3 de mayo de 1863) decidió la segunda invasión del territorio nordista. Lee se aprovechó de que gran parte de los unionistas estaban asediando Vicksburg.
De esta manera el 3 de junio el ejército de Lee comenzó a avanzar partiendo desde Fredericksburg, Virginia. Para ser más eficaz reorganizó en tres nuevas columnas sus tropas. La primera columna fue asignada al teniente general James Longstreet, la segunda al veterano batallón del fallecido teniente general Thomas J. "Stonewall" Jackson, al teniente general Richard S. Ewell y la tercera a A. P. Hill.
El ejército federal del Potomac, bajo el mando de Joseph Hooker, estaba formado por siete cuerpos de infantería, uno de caballería y otro de artillería, un total de 90.000 hombres. Sin embargo el presidente Abraham Lincoln destituyó de su cargo a Hooker al haber dado una tímida respuesta a la invasión de Lee después de la batalla de Chancellorsville, reemplazándolo por George G. Meade.
La primera acción significativa tuvo lugar en la campaña del 9 de junio entre las fuerzas contrapuestas de caballería en Brandy Station, Virginia. La caballería confederada del mayor general J.E.B. Stuart fue casi destruida por la federal del brigadier general John Buford, pero Stuart prevaleció.
A mitad de junio, el ejército confederado de la Virginia Septentrional atravesó el río Potomac y entró en Maryland. Después de la derrota en las guarniciones de Winchester y Martinsburg, el Segundo Cuerpo del sudista de Ewell comenzó a atravesar el río el día 15. Las tropas de Hill y Longstreet le siguieron el día 25. El ejército de Hooker los siguió en los días posteriores.
Entretanto, de modo controvertido, Lee permitió a Stuart que utilizara una parte de la caballería para reconocer las tropas unionistas, pero fueron enviados por Lee a mucha distancia, lo que traería en consecuencia una acusación a los dos generales, porque la caballería de Stuart y tres de sus mejores brigadas estuvieron ausentes el primer día de batalla. Alrededor del 29 de junio la tropa de Lee fue dispersada en un arco alrededor de Chambersburg (45 kilómetros al noroeste de Gettysburg), también por Carliste (48 kilómetros al norte) y cerca de Harrison y Wrightsville, en el río Susquehanna.
En unas disputas por la forma de defender la guarnición Harpers Ferry, el general unionista Hooker dimite, siendo aceptada su dimisión por Lincoln y el general Henry W. Halleck. Fue reemplazado por el general George Gordon Meade, comandante del V cuerpo, el 28 de junio.
Cuando el 29 de junio el ejército del Potomac cruzó el río del mismo nombre, Lee ordenó que sus fuerzas se concentraran alrededor de Cashtown, al oeste de Gettysburg. El 30 de junio mientras las tropas del general Hill estaban en Cashtown, uno de los brigadieres generales de Hill, J. Johnston Pettigrew, se aventuró a marchar a Gettysburg. Cuando este brigadier general se acercó a la ciudad le notificaron que el brigadier general federal, John Buford, con una fuerza de caballería, llegaba por el sur de la ciudad. El brigadier general confederado retornó a Cashtown considerando poco interesante un combate con aquellos, informando a Hill lo que le habían notificado. Hill creyó que se trataba de una fuerza de pocos efectivos. A pesar de que Lee había ordenado que se evitara cualquier contacto con el enemigo, Hill ordenó una ronda de reconocimiento para asegurarse del tamaño y la fuerza de los federales. Sobre las 5 de la mañana del 1 de julio, el general confederado Heth junto con su división avanzaron hacia Gettysburg.

Primer día de batalla

Mapa de batalla (1 de julio).
El brigadier general federal, Buford, se dio cuenta de que el terreno elevado se encontraba en el sur, donde estaban los confederados, y consideró que si conseguían tomar control de los altos, haría muy difícil la escalada de las tropas de Meade. Buford decidió entonces trasladarse a tres crestas en los altos del oeste de Gettysburg: Herr Ridge, McPherson Ridge y Seminary Ridge. Esta posición le permitiría ralentizar el avance confederado, superior en número, a la espera de la infantería, la cual podría defender las posiciones al sur de la ciudad en Cemetery Hill, Cemetery Ridge y Culp's Hill.
La división confederada de Heth avanzó con dos brigadas en vanguardia, dirigidas por los brigadieres generales James J. Archer y Joseph R. Davis. Sobre las 7:30 de la mañana del 1 de julio las dos brigadas encontraron una ligera resistencia por parte de una patrulla de caballería. La caballería desmontada del coronel unionista William Gramble ofreció una gran resistencia con los rápidos y certeros disparos de sus carabinas modelo Sharps. Sobre las 10:30 los confederados ya habían hecho retroceder a los unionistas hacia el este, a MacPherson Ridge, cuando llegó la vanguardia del I Cuerpo del mayor general John F. Reynolds.
Al comienzo de la lucha, mientras el mayor general Reynolds estaba dirigiendo sus tropas y la artillería hacia los bosques del este, cayó de su caballo debido al impacto de una bala cerca de su oreja izquierda, causándole la muerte instantánea. El mayor general Abner Doubleday asumió la responsabilidad del mando del I Cuerpo. El combate en el área de Chambersburg Pike se prolongó hasta las 12:30 y luego se reanudó sobre las 14:30, cuando la sudista división de Heth se unió a Pettigrew y al coronel John M. Brockenbrough.
En el norte de Gettysburg mientras, el confederado Davis se enfrentó con el brigadier general Lysander Cutler, resultando en graves pérdidas. En el sur, la brigada de Archer asaltó Herbst Woods. La "brigada de Hierro" federal del brigadier general Solomon Meredith entró en contacto con Archer y en esta lucha el mismo Meredith consiguió capturar a cientos de sudistas, incluyendo a Archer. Sin embargo la división de Pettigrew poco después consiguió poco a poco rechazar a la brigada de Meredith hacia los bosques de Seminary Ridge. Además el sudista Hill sumó sus fuerzas a la división de William Dorsey Pender, y el I Cuerpo federal enfiló entonces a través de los terrenos del Lutheran Seminary y las calles de Gettysburg.
En el oeste, dos Divisiones del II Cuerpo del sudista Ewell marcharon hacia Cashtown en concordancia con una orden de Lee, de que esta tropa se concentrara alrededor del área de dicha población y luego girara hacia el sur para ir a Gettysburg, mientras el XI Cuerpo de la Unión al mando del mayor general Oliver O. Howard, marchaba apresuradamente hacia el norte. A primera hora de la tarde, la línea unionista estaba posicionada por el oeste, norte y nordeste. Sin embargo los federales no tenían suficientes tropas; Cutler, que estaba desplegado en Chambersburg Pike, tenía su flanco derecho desperdigado.
Sobre las 14:00 las fuerzas confederadas de Robert E. Rodes y Jubal Early destrozaron a las federales de los I y XI Cuerpos en el norte y noroeste de Gettysburg. Los brigadas sudistas de Edward A. O'Neal y Alfred Iverson, sin embargo, sufrieron grandes pérdidas en este asalto. La división del sudista Early se benefició de un error del brigadier general Francis C. Barlow, quien había avanzado su División del XI cuerpo hacia Blocher's Knoll, esto provocó una brecha en sus líneas, susceptibles de ataques por todos los lados, rebasando las tropas de Early las líneas del XI cuerpo por el flanco derecho. Barlow fue herido y capturado en el ataque.
Como las fuerzas federales colapsaron el norte y oeste de la ciudad, el general Howard ordenó la retirada hacia el sur, hacia Cemetery Hill, donde tenía una división de reserva el prusiano Adolph von Steinwehr.
La batalla del día 1 de julio tuvo como bajas a 25.000 confederados y 18.000 federales, lo que representa el 23 % de las bajas totales en los tres días de batalla.

Segundo día de batalla

Mapa de batalla (2 de julio).

Movimientos de los ejércitos

Entre el 1 y el 2 de julio, la mayor parte de la infantería se hizo presente en el campo de batalla, comprendiendo el II, III, V y el XII Cuerpos de la Unión. La III División del sudista Longstreet, comandada por Pickett, había comenzado la marcha desde Chamberburg desde muy temprano, pero llegó tarde el día 2.
La línea unionista estaba posicionada en Culp's Hill y el sudeste de Gettysburg, noroeste de Cemetery Hill y al sur de la ciudad. Gran parte del XII Cuerpo estaba en Cemetery Hill; el II Cuerpo defendía Cemetery Ridge, el III Cuerpo fue ordenado de tomar posición en su flanco.
Las fuerzas confederadas se encontraban en paralelo con las unionistas, sobre 1.600 metros al oeste de Seminary Ridge, prosiguiendo por el este de la ciudad, para después ir hacia el sudeste, en un punto frente a Culp's Hill. De esta manera, el ejército federal tenía la línea interior, mientras la confederada comprendía 8 km de longitud.
EL plan que Lee ordenó a la I División de Longstreet consistió en un sigiloso posicionamiento por el flanco izquierdo de las fuerzas de la Unión, en dirección nordeste, atravesando Emmitsburg Road. La secuencia de ataque confederado comenzó con la División de John Bell Hood y de Lafayette McLaws, seguidas de Richard H. Anderson, del III Cuerpo de Hill. El ataque había sido previsto por Meade, el cual debió apostar sus tropas en el centro para reforzar el flanco izquierdo. Entre tanto la División del II Cuerpo del sudista Edward "Allegheny" Johnson y de Jubal Early, hicieron una demostración de fuerza en Culp's Hill y Cemetery Hills, previniendo el movimiento federal y esperando provocar un ataque masivo si se presentaba oportunidad.
El plan de Lee, sin embargo, estaba basado en un error de información, sobre todo la ausencia de Stuart en el campo de batalla. En vez de moverse hacia el flanco izquierdo federal para atacarlo, el ala izquierda de Longstreet, guiada por MacLaws, se enfrentó cara a cara al III Cuerpo del mayor general Daniel Sickles. Este, insatisfecho ante la posición asignada al sur de Cemetery Ridge y viendo un terreno elevado para posicionar su artillería a 800 metros al oeste, atravesó Emmitsburg Road, al sur de la granja Codori. La nueva línea partió entonces desde Devil's Den, al noroeste de la granja de Sherfy, Peach Orchard, para luego recorrer desde el nodeste de Emmitsburg Road al sur de la granja Codori. La División del unionista brigadier general Andrew A. Humphreys (a lo largo de Emmitsburg Road) y del mayor general David B. Birney (en el sur) fueron sometidos a ataques por dos lados, siendo dispersados fuera del largo frente que su pequeño ejército podía defender de forma efectiva.
El ataque de Longstreet tenía que realizarse lo antes posible; sin embargo Longstreet pidió permiso a Lee para esperar la llegada de una de sus brigadas y, mientras marchaba a su posición asignada, sus hombres fueron vistos por los de la Unión. El giro necesario para pasar sin ser vistos tomó mucho tiempo y las divisiones de Hood y McLaws no lanzaron sus ataques sino hasta las 16:00 y las 17:00, respectivamente.

 Ataque al flanco izquierdo de la Unión

Como las divisiones de Longstreet detuvieron al III Cuerpo de la Unión, Meade tuvo que enviar refuerzos incluyendo la totalidad del V Cuerpo, la División de Caldwell del II Cuerpo, varios del XI Cuerpo y una pequeña porción del VI Cuerpo. Una encarnizada lucha le permitió tomar Devil's Den, la Wheatfield, Little Round Top y la Peach Orchard. El III Cuerpo fue prácticamente destruido por la artillería. El mayor general Daniel Sickles sufrió la amputación de una pierna a causa de un cañonazo. La División de Caldwell fue aniquilada en Wheatfield. La División del confederado Anderson inició el ataque alrededor de las 18:00, localizándose en la cresta de Cemetery Ridge, pero no pudo sostener la posición debido a un gran contraataque por parte del II Cuerpo.
Entre tanto el coronel Strong Vicent del V Cuerpo de ejército de la Unión estuvo resistiendo con una pequeña brigada, en una importante colina: Little Round Top. Debió resistir los repetidos ataques de los confederados con su relativamente pequeño regimiento. El brigadier general Kemble Warren, consciente de la importancia de aquella posición, envió a la Brigada de Vincent, la batería de artillería de Hazlett y al Regimiento 140 de Nueva York a ocupar Little Round Top lo más rápido posible antes de que las tropas de Hood llegaran. La defensa de Little Round Top con una carga de bayoneta del 20° Regimiento de infantería voluntaria del Maine, al mando del coronel Joshua L. Chamberlain, fue uno de los sucesos más recordados de la Guerra de Secesión.

Ataque al flanco derecho de la Unión

Sobre las 19:00 se produjo el ataque por parte de la división del confederado Johnson al Segundo Cuerpo en Culp's Hill. Muchos de los defensores de la colina, del XII Cuerpo, habían sido enviados hacia la izquierda para defenderse de los ataques de Longstreet, y la única parte de los cuerpos que se quedaron en la colina, fue la brigada de los neoyorkinos bajo el mando de George S. Greene. Gracias a la insistencia de Greene en la construcción de una buena defensa y gracias también a los refuerzos del del I y XI Cuerpos, los hombres de Greene aguantaron los ataques sudistas, aunque los confederados capturaron una parte de la construcción defensiva abandonada en la parte baja de Culp's Hill.
Apenas se hizo de noche, dos brigadas confederadas de Jubal Early atacaron al XI Cuerpo de la Unión en el este de Cemetery Hill, donde el coronel Andrew L. Harris, de la 2ª Brigada de la 1ª División, murió en el ataque, perdiendo la mitad de sus hombres. Sin embargo Early fracasó al sostener su ataque contra los defensores unionistas. Las rezagadas tropas de Ewell guiadas por el mayor general Robert E. Rodes fracasaron en su ayuda al ataque de Early, desplazándose hacia Cemetery Hill desde el oeste. Las líneas internas del ejército de la Unión, fueron trasladadas hacia las zonas críticas. Con el refuerzo del II Cuerpo, las tropas federales retuvieron la posición del este de Cemetery Hill, con lo que las brigadas de Early fueron forzadas a la retirada.
J.E.B. Stuart y tres de sus brigadas de caballería llegaron a Gettysburg bien entrada la tarde, pero no llegó a participar en este segundo día de batalla. La brigada de Wade Hampton tuvo una escaramuza con la caballería del joven brigadier general George Armstrong Custer (procedente de Míchigan), cerca de Hunterstown, en el nordeste de Gettysburg.

Tercer día de batalla

Mapa de batalla (3 de julio).
Lee volvió a reanudar el ataque el viernes 3 de julio, utilizando el mismo plan que el día anterior: Longstreet atacaría el flanco izquierdo, mientras Ewell atacaba Culp's Hill. Sin embargo, antes de que Longstreet estuviera preparado, las artillería federal comenzó el ataque bombardeando a los confederados ubicados en Culp's Hill. Los sudistas contraatacaron y el segundo combate en Culp's Hill terminó sobre las 11:00, después de casi siete horas de duro combate.
Lee fue obligado a cambiar sus planes. Ahora Longstreet comandaría la división de Virginia del I Cuerpo, más seis brigadas, desde Culp's Hill, en un ataque a la derecha del centro de la línea federal en Cemetery Ridge. Previo al ataque, toda la artillería confederada del coronel Edward P. Alexander respondió a los bombardeos federales para debilitar la línea enemiga.
Soldados de la Unión muertos en el campo de batalla de Gettysburg, fotografiados el 5 de julio de 1863.
En torno a las 13:00, 170 cañones confederados comenzaron un bombardeo de artillería que fue el más grande, probablemente, de toda la guerra. Para ahorrar las valiosas municiones que tenían, el Ejército del Potomac inicialmente no respondió al ataque. Después de 15 minutos, unos 80 cañones federales se sumaron al estruendo. La artillería sudista de Virginia del coronel Alexander estaba escasa munición y el cañoneo no afectó demasiado a las posiciones unionistas. Hacia las 15:00, el fuego artillero se calmó y 12.500 soldados sudistas avanzaron 1.200 metros hacia las posiciones de la Unión en Cemetery Ridge, en lo que ha pasado a la historia como "La carga de Pickett". A causa de un intenso fuego de artillería lateral proveniente de la posición federal de Cemetery Hill y del norte de Little Round Top, y por los disparos de los carabineros y mosqueteros del II Cuerpo federal, casi la mitad de los atacantes confederados no volverían a sus líneas. Aunque la línea federal flaqueó y estuvo quebrada temporalmente, los refuerzos apresuradamente taparon la brecha y el ataque confederado fue repelido.
Hubo dos importantes encuentros de caballería en la jornada del 3 de julio. Stuart fue enviado a comandar el flanco izquierdo de los sudistas, preparado para contrarrestar cualquier ataque federal de infantería desde Cemetery Hill, circundando el flanco derecho unionista y atacando los trenes y vías de comunicación de los federales. A 5 km al este de Gettysburg, las fuerzas de Stuart chocaron contra la caballería federal: la división del mayor general David McM. Gregg y la brigada de George Armstrong Custer. Fue una larga batalla entre las fuerzas de caballería de los dos bandos, incluyendo un cuerpo a cuerpo con sables. La carga de caballería de Custer y del 1° de Caballería de Michigan desbarató el ataque del brigadier general confederado Wade Hampton, bloqueando la intención de Stuart de atacar la parte trasera federal. Después de la carga de Pickett, Meade ordenó al brigadier general Judson Kilpatrick lanzar un ataque de caballería contra la posición de infantería de Longstreet en el sudoeste de Big Round Top. El brigadier general Elon J. Farnsworth protestó contra la inutilidad de esta acción, pero obedeció las órdenes; Farnsworth murió en el ataque y su tropa sufrió graves pérdidas.
En este último día de batalla la derrota fue para los confederados, ya que sufrieron grandes pérdidas. Los 7.000 hombres perdidos en el ataque confederado y las sucesivas cargas de caballería de los federales dejaron exhaustos y desconsolados a los confederados. Lee quedó muy debilitado en su ejército y en su moral, retirándose con su ejército sin ser molestado por las exhaustas fuerzas federales.
Batalla de Alesia
La batalla de Alesia o el sitio de Alesia fue un enfrentamiento militar desarrollado en el mes de septiembre del año 52 a. C., en la región de la tribu gala de los mandubios, y que tuvo como escenario principal su capital, la fortaleza de Alesia. Estaba situada probablemente encima del monte Auxois, sobre la moderna Alise-Sainte-Reine, en Francia, si bien esta ubicación está discutida. En efecto, algunos autores han discutido que esta localización no concuerda con la descripción de la batalla por César, y se han presentado diversas alternativas de las que actualmente sólo Chaux-des-Crotenay (en Jura, Francia) es considerada como una alternativa posible. Sin embargo, los más recientes descubrimientos arqueológicos parecen confirmar la ubicación de Alise-Sainte-Reine como la más probable.
Esta batalla enfrentó a los ejércitos de la República de Roma dirigidos por Julio César, que contaba con la caballería al mando de Marco Antonio, y con legiones al mando de sus legados, Tito Labieno y Cayo Trebonio, entre otros, contra una confederación de tribus galas bajo el liderazgo de Vercingétorix, jefe de la tribu de los arvernos. Alesia fue la batalla clave que dio la victoria definitiva a los romanos frente a los galos en la larga Guerra de las Galias. El sitio de Alesia es considerado uno de las grandes éxitos militares de César e incluso en la actualidad es utilizado como un ejemplo clásico de sitio.
La batalla es descrita en detalle por numerosos autores contemporáneos incluyendo a César en sus Comentarios a la guerra de las Galias, Libro VII. Tras esta batalla, el líder rebelde fue capturado y la Galia fue definitivamente derrotada convirtiéndose en una provincia romana. El Senado romano se negó a otorgar a César los honores por sus victorias en las guerras gálicas siendo éste uno de los factores desencadenantes que condujeron a la guerra civil romana de los años 50-45 a. C.
Preludio
Julio César llevaba en la Galia desde el año 58 a. C. Era habitual que los cónsules, los magistrados de mayor rango elegidos en Roma, al final de su año consular, fuesen elegidos por el Senado Romano como gobernadores de alguna de las provincias romanas. César fue nombrado gobernador de la Galia Cisalpina (la región entre los Alpes , los Apeninos y el Mar Adriático), e Ilírico (parte occidental de la Península Balcánica en la costa oriental del Mar Adriático), y, posteriormente y por muerte inesperada de su Gobernador, se le añadió la Galia Transalpina o Galia Narbonense ("Galia más allá de los Alpes"); al contar con un imperium proconsular, tenía autoridad absoluta en estas provincias.
Una a una, César fue derrotando a las tribus galas como la de los helvecios, los belgas o los nervios, y logró el juramento de alianza de otras muchas. El éxito de la guerra trajo consigo un aumento enorme de riqueza en la República en la forma de botín de guerra y de nuevas tierras sobre las que imponer impuestos. El propio César se hizo inmensamente rico puesto que, como general, se beneficiaba de lo obtenido por la venta de prisioneros como esclavos. A su vez, el éxito le trajo nuevos enemigos: El Primer Triunvirato, una alianza política informal con Pompeyo y Craso, llegó a su fin el 54 a. C., con las muertes de Julia, hija de Julio César y mujer de Pompeyo, y de Craso en Carras. Sin esta conexión político-familiar con Pompeyo, hombres como Marco Porcio Catón el Joven comenzaron una campaña política contra César, levantando las sospechas de corrupción y acusándole de querer proclamarse rey de Roma.
Estatua de Julio César en Rímini, Italia.
En el invierno del año 54 al 53 a. C., la tribu ya pacificada de los eburones, dirigida por Ambíorix, se rebeló contra la invasión romana y destruyó la Decimotercera legión dirigida por los generales Sabino y Lucio Aurunculeyo Cota (que no estaba emparentado con la familia de la madre de César, los Aurelios Cotas) en una emboscada planificada cuidadosamente. Este fue un importante golpe contra la estrategia de César en la Galia, puesto que con ello había perdido una parte de sus tropas y, lo que era más importante, el prestigio militar que le acompañaba, a lo que había que añadir que la situación política en Roma le impedía conseguir refuerzos. La rebelión de los eburones fue la primera derrota clara de los romanos en la Galia e inspiró los sentimientos tribalistas por toda la región. Le llevó casi un año entero, pero César logró retomar el control de la Galia y pacificar a las tribus. Sin embargo, el problema todavía no había terminado. Las tribus galas empezaban a darse cuenta de que sólo podrían conseguir derrotar a Roma manteniéndose unidas. Se convocó un concilio de dirigentes en Bibracte por iniciativa de los heduos, una tribu anteriormente leal a César. Sólo los remos y los lingones prefirieron mantener su alianza con Roma.
El concilio declaró a Vercingétorix, líder de los arvernos, comandante de los ejércitos unidos de la Galia. Los jefes galos decidieron que la insurrección empezaría cuando César estuviera en su Italia ocupado con la política romana. En cuanto a los heduos, estos prometieron unirse a la rebelión en el momento que consideraran causarían mayor impacto.[2]
Los galos esperaban lograr que para cuando César lograra regresar a la provincia ya habrían sublevado a toda la Galia Transalpina, haber invadido la Narbonense y derrotar una a una las guarniciones romanas.[2] El ejército galo contaba con 80.000 infantes y 15.000 jinetes al mando de Vercingétorix (las cifras son de César).[1] Según Julio César, la asamblea de jefes reunidos antes de Alesia pidieron los siguientes contingentes a cada tribu:[3]
César se encontraba entonces en el campamento de invierno de la Galia Cisalpina, desconociendo la alianza que se había formado en su contra. La primera señal de los problemas que se avecinaban procedió de los carnutes, que mataron a todos los colonos romanos de la ciudad de Cénabo (actual Orleans). A esto le siguió la matanza de todos los ciudadanos romanos, comerciantes y colonos, en las ciudades galas más importantes.[2] Mientras que el grueso del ejército de César se hallaba en el territorio de los senones, pero por una campaña de guerrillas y tierra quemada de parte de los galos, las legiones no estaban en condiciones de actuar.[2]
Al conocer estas noticias, César desplegó a sus hombres y marchó apresuradamente cruzando los Alpes, todavía cubiertos de nieve, en enero.[4] Llegando a Narbona en febrero, organizando rápidamente las defensas de la ciudad, reclutó a 10.000 nuevos legionarios y avanzó hasta la Galia central tras atravesar las Cevenas aún cubiertas de nieve reuniendose luego con el grueso de sus tropas.[2] César logró un tiempo récord, y consiguió sorprender a las tribus galas. Vercingétorix continúo su campaña de tierra quemada dejando sin suministros a César que marcho a la tierra de los heduos. Los romanos encontraron apoyo por parte de algunos jefes de la tribu y tras ejecutar a los sospechosos de insurrección reclutaron a unos 10.000 guerreros.[5]
Dividió sus fuerzas, mandando cuatro legiones con Tito Labieno a luchar contra los senones y los parisios en el norte. César en persona se dirigió en persecución de Vercingétorix con seis legiones y su caballería germana aliada. El caudillo galo en tanto continuo con su táctica de no presentar una campaña frontal y negarle los suministros a los romanos. Pero finalmente los bituriges, tribu que ya había destruido muchas de sus ciudades y fortalezas se negó a quemar Avárico, ciudad con los suministros tan necesitados por los romanos. Tras un desesperado asedio la tomaron y saquearon, masacrando a casi todos sus habitantes. Suerte similar corrieron los carnutes en Cénabo poco después.[6]
César continúo con su persecución y los dos ejércitos se encontraron en la colina de Gergovia, en donde Vercingétorix mantenía una posición defensiva muy fuerte. César se vio obligado a retirarse derrotado, tras sufrir más de 700 bajas.[6] La victoria dio nuevos aires a la rebelión gala, parte de los heduos entonces se rebelaron y asaltaron Noviodunum, liberando a todos los rehenes galos de César.[6] Sin embargo, la rebelión gala no volvió a conseguir mayores éxitos. Las fuerzas de César se unieron a las de Labieno que había conseguido tomar Lutetia[1] y juntos continuaron la persecución.[6] En el verano de 52 a. C., hubo varios enfrentamientos entre ambas caballerías, en los alrededores de Vingeanne,[1] en el actual Dijón,[6] resultando con la victoria de César y la pérdida de 3.000 jinetes para los galos.[1] Vercingétorix decidió que no era el momento para una batalla a gran escala, y se reagrupó en la fortaleza de Alesia. César vio en cambio la oportunidad de acabar con la guerra de una vez por todas.[6]

Sitio y batalla

Las fortificaciones construidas por César en Alesia de acuerdo a la hipótesis de localización en Alise-Sainte-Reine.
En el mapa de la esquina la cruz muestra la localización de Alesia en la Galia (hoy Francia). En el esquema, el círculo muestra el punto débil en la circunvalación..
Alesia estaba situada en la cima de una colina rodeada por valles y ríos y contaba con importantes defensas. Dado que un asalto frontal sobre la fortaleza sería suicida, César consideró mejor forzar un asedio de la fortaleza para rendir a sus enemigos por hambre. Considerando que había cerca de 80.000 hombres fortificados dentro de Alesia junto con la población civil, el hambre y la sed forzarían rápidamente la rendición de los galos. Para garantizar un bloqueo perfecto César ordenó la construcción de un perímetro circular de fortificaciones. Los detalles de los trabajos de ingeniería se encuentran en los Comentarios de la Guerra de las Galias (De Bello Gallico) de Julio César y han podido ser confirmados por las excavaciones arqueológicas en la zona. Se construyeron muros de 18 km de largo y 4 metros de alto con fortificaciones espaciadas regularmente en un tiempo récord de 3 semanas. Esta línea fue seguida hacia el interior por dos fosos de cuatro metros y medio de ancho y cerca de medio metro de profundidad. El más cercano a la fortificación se llenó de agua procedente de los ríos cercanos. Asimismo, se crearon concienzudos campos de trampas y zanjas frente a las empalizadas con el fin de que su alcance fuese todavía más difícil, más una serie de torres equipadas con artillería y espaciadas regularmente a lo largo de la fortificación.[7]
La caballería de Vercingétorix a menudo contraatacaba los trabajos romanos para evitar verse completamente encerrados, ataques que eran contestados por la caballería germana que volvió a probar su valía para mantener a los atacantes a raya. Tras dos semanas de trabajo, la caballería gala pudo escapar de la ciudad por una de las secciones no finalizadas.[6] César, previendo la llegada de tropas de refuerzo, mandó construir una segunda línea defensiva exterior protegiendo sus tropas. El nuevo perímetro era de 21 km, incluyendo cuatro campamentos de caballería. Esta serie de fortificaciones les protegería cuando las tropas de liberación galas llegasen: ahora eran sitiadores preparándose para ser sitiados.[8]
Para entonces, las condiciones de vida en Alesia iban empeorando cada vez más. Con los 80.000 soldados y la población local había demasiada gente dentro de la fortaleza para tan escasa comida.[9]
A finales de septiembre las tropas galas, dirigidas por Comio, rey de los atrebates (secundado por los eduos Viridómaro y Eporédorix y el arverno Vercasivelono, primo de Vercingetorix),[10] acudieron en refuerzo de los fortificados en Alesia, y atacaron las murallas exteriores de César. Vercingétorix ordenó un ataque simultáneo desde dentro. Sin embargo, ninguno de estos intentos tuvo éxito y a la puesta del sol la lucha había acabado. En total, el ejército galo de socorro reunido, según César, unos 8.000 jinetes, además de aproximadamente 240.000 infantes,[3] [11] en el recuento que se hizo en tierras de los heduos.[12]
Al día siguiente, el ataque galo fue bajo la cobertura de la oscuridad de la noche, y lograron un mayor éxito que el día anterior. César se vio obligado a abandonar algunas secciones de sus líneas fortificadas. Sólo la rápida respuesta de la caballería, dirigida por Marco Antonio y Cayo Trebonio, salvó la situación. La muralla interna también fue atacada, pero la presencia de trincheras, los campos plantados de "lirios" y de "ceppos", que los hombres de Vercingétorix tenían que llenar para avanzar, les retrasaron lo suficiente como para evitar la sorpresa. Para entonces, la situación del ejército romano también era difícil.[13]
El día siguiente, el 2 de octubre, Vercasivelono, lanzó un ataque masivo con 60.000 hombres, enfocado al punto débil de las fortificaciones romanas, que César había tratado de ocultar hasta entonces, pero que había sido descubierto por los galos. El área en cuestión era una zona con obstáculos naturales en la que no se podía construir una muralla continua conocida después por los romanos como monte Rea, donde César ubico a 4.000 de sus hombres. El ataque se produjo combinando las fuerzas del exterior con las de la ciudad: Vercingétorix atacó desde todos los ángulos las fortificaciones interiores. César confió en la disciplina y valor de sus hombres, y ordenó mantener las líneas. Él personalmente recorrió el perímetro animando a sus legionarios.[14]
Reconstrucción actual de las fortificaciones de Alesia.
La caballería de Labieno fue enviada a aguantar la defensa del área en donde se había localizado la brecha de las fortificaciones. César, con la presión incrementándose cada vez más, se vio obligado a contraatacar la ofensiva interna, y logró hacer retroceder a los hombres de Vercingétorix. Sin embargo, para entonces la sección defendida por Labieno se encontraba a punto de ceder. César tomó una medida desesperada, tomando 13 cohortes de caballería (unos 6.000 hombres) para atacar el ejército de reserva enemigo (unos 60.000) por la retaguardia. La acción sorprendió tanto a atacantes como a defensores.[15]
Viendo a su general afrontar tan tremendo riesgo, los hombres de Labieno redoblaron sus esfuerzos. En las filas galas pronto empezó a cundir el pánico, y trataron de retirarse. Sin embargo, como solía ocurrir en la antigüedad, un ejército en retirada desorganizada es una presa fácil para la persecución de los vencedores, y los galos fueron masacrados. César anotó en sus Comentarios... que sólo el hecho de que sus hombres estaban completamente exhaustos salvó a los galos de la completa aniquilación.[16]
En Alesia, Vercingétorix fue testigo de la derrota del ejército exterior. Enfrentándose tanto al hambre como a la moral, se vio obligado a rendirse sin una última batalla. Al día siguiente, el líder galo presentó sus armas a Julio César, poniendo fin al asedio de Alesia y a la conquista romana de la Galia.[17]

Eventos posteriores

Estatua en honor a Vercingétorix. Memorial en Alesia (Alise-Sainte-Rein).
Alesia demostró ser el final de la resistencia generalizada y organizada a la invasión romana por parte de la Galia. A partir de entonces, con la salvedad del pequeño levantamiento del año siguiente, pasó a ser una provincia romana y finalmente fue separada en divisiones administrativas más pequeñas. No volvería a haber ninguna independencia del poder central de Roma hasta el siglo III cuando Póstumo fue reconocido como emperador por las provincias de Galia, Hispania, Germania y Britania, frente a Galieno, reconocido en Roma. La guarnición de Alesia fue tomada prisionera junto con los supervivientes del ejército de liberación. Fueron vendidos como esclavos o dados como botín de guerra a los legionarios de César, excepto en el caso de los miembros de las tribus hedua y arverna, que fueron liberados y perdonados como forma de asegurar la alianza entre estas importantes tribus y Roma.[6]
Para César, Alesia fue un éxito personal enorme, tanto militar como políticamente. El Senado romano, manipulado por Catón y Pompeyo, declaró 20 días de acción de gracias (supplicatio) por esta victoria, pero denegó el honor a César de celebrar un triunfo, el punto culminante de la carrera de un militar romano. Se fue incrementando la tensión política hasta que dos años después, en el 50 a. C., César cruzó el Rubicón, precipitando la Guerra civil de los años 49-45 a. C. Tras haber sido elegido cónsul durante todos y cada uno de los años de la Guerra civil, y nombrado en varias ocasiones dictador, finalmente fue nombrado dictator perpetuus o dictador vitalicio, en el año 44 a. C. Su poder, cada vez mayor, acabó con la tradición republicana y llevó al final de la República romana y al comienzo del Imperio romano.
Los comandantes de caballería de César siguieron diferentes caminos. Tito Labieno se puso del lado de los Optimates (el bando republicano) en la Guerra civil, y murió en la Batalla de Munda en el año 45 a. C. Cayo Trebonio fue nombrado cónsul por César en el año 45 a. C., y fue uno de los senadores que tomaron parte en el asesinato de César en los Idus de marzo (15 de marzo) de 44 a. C. Trebonio también fue asesinado un año después.
Antonio continuó siendo un seguidor fiel de César. Se convirtió en el segundo al mando como Magister Equitum, y se quedó al cargo de Italia durante gran parte de la Guerra civil. En el año 44 a. C. fue elegido colega consular de César. Tras el magnicidio, Antonio persiguió a los asesinos de César, y luchó por el poder supremo con Octavio (quien se convertiría más tarde en César Augusto). Primero formaron una alianza junto con Marco Emilio Lépido en el Segundo Triunvirato, y al final se enfrentaron y fue derrotado en la batalla de Accio en el año 31 a. C. Después de la batalla huyó a Egipto, junto con su aliada y amante Cleopatra, en donde un año más tarde se suicidaron.
Vercingétorix fue hecho prisionero y tratado con honores de rey durante los siguientes cinco años, esperando ser exhibido en el triunfo de César. Al final de la procesión, tal y como era costumbre en la época, fue condenado a muerte y estrangulado.

Otros temas acerca de la reconstrucción histórica de los hechos

Durante muchos años se desconoció la localización exacta de la batalla. Las diferentes teorías se centraron primero en dos ciudades: Alaise, en el Franco Condado y Alise-Sainte-Reine en la Côte-d'Or. El emperador Napoleón III de Francia apoyó la segunda candidatura y durante la década de 1860 patrocinó la investigación arqueológica que revelase pruebas que apoyasen la existencia de campamentos romanos en el área. Luego dedicó una estatua a Vercingétorix en las ruinas recientemente descubiertas. La localización exacta de Alesia se identificó en Alise-Sainte-Reine por medio de arqueología aérea en 2004.
Sin embargo, siempre han existido algunas dudas que ponían en duda la validez de esa localización. Por ejemplo, la topografía del área se dice que no encaja con la descripción hecha por César. El lugar es también demasiado pequeño como para acoger incluso las cifras revisadas de 80.000 hombres de la infantería gala, junto con la caballería y el personal auxiliar.
Otra teoría apoya la localización de la batalla en Chaux-des-Crotenay, en la entrada de las montañas del Jura. Las investigaciones preliminares descubrieron un sistema completo de fortificaciones romanas que encajaban con la descripción de César del asedio. Sin embargo, todavía es necesaria un mayor investigación para confirmar definitivamente la localización de Alesia.
En los cómics de Astérix (El escudo arverno), esta incertidumbre sobre la localización de Alesia está caracterizada en clave de humor haciendo referencia al orgullo galo. El álbum nos muestra a Astérix y Obélix hablando con otros galos familiares con la campaña, que rápidamente recuerdan la victoria de Vercingétorix en la batalla de Gergovia, pero que rechazan hablar de Alesia, e insisten en que nadie sabe dónde está.
Las cifras exactas sobre el tamaño de los ejércitos que tomaron parte en la batalla son muy difíciles de saber. Esas cifras siempre han sido poderosas armas de propaganda, y por lo tanto están bajo sospecha. César, en sus Comentarios..., se refiere a una fuerza gala de un cuarto de millón de hombres, probablemente exagerada para dar más valor a su victoria. Desgraciadamente, dado que los únicos relatos de los hechos son romanos, están presumiblemente sesgados. Los historiadores modernos opinan que es más creíble una cifra de entre 80.000 y 100.000 hombres.[18] El único hecho constatado es que cada hombre en las legiones de César recibió un galo como esclavo, lo que nos da unos 40.000 prisioneros, la mayoría de la guarnición de Alesia, a lo que habría que añadir los 20.000 guerreros heduos y arvernos que sobrevivieron a la batalla fueron liberados, para asegurar la alianza con esas importantes tribus galas con Roma.[6] La fuerza gala probablemente sufrió graves pérdidas, como cualquier otro ejército que pierde el orden de batalla y se retira huyendo bajo la persecución de la caballería.